Desde que nací siempre vi determinadas series que me entretenían considerablemente, tales como Doraemon, Shin-chan, Pokémon, Digimon, etc. No obstante, de ahí surgió una que lleva al lado mía toda la vida, y por la cual ahora mismo estoy escribiendo aquí: Dragon Ball. Con esta serie aprendí diferentes términos que en la actualidad para mí son muy importantes, pero el que sobresale es el término "anime".

Fue en 2015, cuando televisaban Dragon Ball Z de manera medianamente digna en Boing. Me pregunté cuántas veces me habré visto la escena en la que Goku se convertía en Super Saiyan, y a raíz de ahí otras cuántas veces me habré visto otras escenas distintas en Dragon Ball. Empecé a sentir una especie de atracción por la serie, y llegué hasta tal punto que quería saberlo todo. Me enamoré de Dragon Ball.
Imaginaos cuando me enteré que iban a sacar una nueva franquicia de la serie: Dragon Ball Super. No cabía en mí. Desbordaba alegría por todo mi cuerpo día sí y día también. También fue una putada al mezclarse con mi Selectividad, pero logré compaginar mi hype con los estudios de alguna manera, no me preguntéis cómo.
Fueron dos motivos los que incentivaron el acontecimiento que estoy a punto de contar. Como suele pasar, el hype, atracción, gusto (como queráis llamarlo) por una cosa tiene un clímax, y después puedes seguir sintiendo algo por eso, pero no va a ser lo mismo. Ése es el primer motivo. No quiero decir con ésto que ya no me gustara Dragon Ball; al revés, estaré eternamente agradecido y me sigue gustando igual que antes.

El segundo motivo es propiamente Dragon Ball. El hecho de haberme viciado a niveles extremos a esta serie hizo que mi sed de curiosidad se expandiera de una manera que yo no me hubiera imaginado nunca. ¿Qué es Dragon Ball? ¿Y Pokémon? ¿En qué se diferencian con Bob Esponja, Los Simpsons o Disney? Si os habéis dado cuenta, he intentado evadir lo máximo posible la palabra "anime" porque a partir de ahora la voy a mencionar hasta la saciedad.
Efectivamente, en ese momento supe de la existencia del anime. Quise informarme, aprender más cosas sobre este arte y no quedarme encerrado en Dragon Ball. De hecho, yo era el típico niño que endiosaba dicho anime, llegando a menospreciar otros como Naruto o One Piece. Menciono éstos porque son los que se comparan de manera más directa con Dragon Ball, y eso lo odiaba. ¿Cómo van a compararse a mi Dragon Ball? Afortunadamente crecí y cambié de parecer. Bendita decisión.

Era una trama que no tenía nada que ver, otros tipos de poderes, otros personajes. A pesar de ello, me acostumbré muy rápido. Con el paso del tiempo me iba gustando cada vez más. Y de pronto, llegó un momento que nunca olvidaré. Era puro vicio, a las cuatro de la madrugada, cuando Sakura le dijo a Naruto que "lo quería". Se mezclaron una multitud de sentimientos que no sé cómo no exploté. Primero de odio hacia Sakura, segundo de pena por Naruto, tercero de asco por Sasuke... y cuarto de amor por el anime. En ese preciso instante me dije: "Me prometo a mí mismo que Dragon Ball fue, es y será mi anime favorito".
¿Por qué pensé en eso? Por miedo. No quería olvidarme nunca de Dragon Ball. Es mi primer anime. No quería abandonarlo. He pasado a ser una de esas personas que comparan Naruto con Dragon Ball. ¿Cuál me gusta más? Ahora mismo te respondería Dragon Ball por el factor infancia; pero... ¿y si hubiera visto Naruto antes que Dragon Ball? Pues en la actualidad, cada vez que veo un anime siempre me formulo esa pregunta. ¿De verdad vale tanto Dragon Ball? ¿De verdad que sólo tiro de infancia para defenderlo? Con el tiempo me di cuenta que es un anime más entre miles, pero es mi primer anime. No es que no cumpliera mi propia promesa, es que con el paso del tiempo la cambié: "Me prometo a mí mismo que Dragon Ball fue, es y será mi anime".
¿Por qué lo cambié? Por necesidad. Hay animes que me gustan más que Dragon Ball. Al principio me costó admitirlo. Pero caí en que no merecía la pena aferrarse de esa manera a algo. Sin embargo, cuando he llegado tan lejos en este camino, cuando soy consciente de que tengo en mi haber cierto conocimiento sobre el mundo del anime, miro atrás y digo "gracias".
Ya son tantos y tantos animes los que me he visto (Hunter x Hunter, Shigatsu Wa Kimi No Uso, Death Note, Shingeki No Kyojin, Kaichou Wa Maid-sama, ...) y los que me quedan por ver (Nanatsu No Taizai, Black Clover, Noragami, Love Live!, ...). Conforme va pasando el tiempo más me doy cuenta de lo grande que es el anime. Cada vez tengo más que apuntar para ver. La lista ya es inmensa.
Hoy he terminado de ver Fairy Tail, y he sentido la necesidad de escribir todo ésto en mi querido blog, que es verdad que está bastante abandonado, pero gracias a él a veces me dejo fluir y empiezo a hacer uno de mis mejores placeres en la vida. Este artículo va en agradecimiento al anime: por haberse adentrado en mi vida, por haberme cambiado, por las amistades que he hecho gracias a él... y por innumerables motivos más.
¡¡GRACIAS ANIME!!
¡¡GRACIAS ANIME!!
ELTHEGOR

ME PASÓ IGUAL CUSANDO ENTRÉ AL MUNDO DE ONE PIECE 😱 Sinceramente estas contando lo que siento... Y te pido permiso práctica compartir tu historia. La verdad es que Dragon ball esta sobrevalorado, pero que lo vamos a defender siempre porque es parte de nuestras vidas... Gracias a esta lectura puedo decir que ONE PIECE es mi anime favorito en la actualidad y dragon ball siempre estará en mi corazón.
ResponderEliminar